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6. Prospectiva sobre las tendencias de empleo transfronterizo: Euro-región Galicia-Norte de Portugal

Las distintas respuestas que se han recogido con respecto a las posturas que definen los principales rasgos socioeconómicos y las red urbana para este territorio Eurest han superado las expectativas iniciales. Si bien los técnicos y altos cargos de la Administración admiten los contrastes territoriales en materia de potencialidad económica a favor de un espacio “capitalizado” por Vigo, van a ser los profesores universitarios que han dirigido algún tipo de proyecto de investigación de carácter europeo sobre este espacio, los que nos magnifiquen los desequilibrios territoriales y su incidencia directa sobre las áreas de influencia de los núcleos urbanos gallego-portugueses. La capacidad empresarial, el volumen y área de mercado y la potencialidad para crear empleo en los distintos sectores de actividad van a verse fuertemente condicionados por estos comportamientos de base territorial.

Las relaciones interestatales, después de la ampliación del mercado de la Unión Europea, tienen una incidencia notable en las superficies que, próximas a las líneas fronterizas, mantenían desde el pasado intercambios de personas, mercancías e ideas. La urbanización del suroeste de Galicia (Rías Baixas) ha determinado la concentración de recursos humanos y económicos que se organizan desde los principales asentamientos. El predominio de Vigo es indiscutible. En el noroeste de Portugal existe una mayor jerarquización a partir del área macrocefálica de Porto. Todo este territorio es el que conforma el denominado “Eje Atlántico”, que representa el pacto acordado entre trece ciudades del norte de Portugal y Galicia en el año 1992. Si bien un recorrido por las franjas fronterizas hispano-portuguesas nos permite identificar algunas de las áreas más despobladas, atrasadas y desaprovechadas de la península, los espacios localizados a ambos lados del Guadiana y la raia del Miño en el límite gallego-portugués, constituyen excepciones a esta norma general. Es decir, nuestro territorio de estudio, a pesar de los desequilibrios y del menor grado de desarrollo socioeconómico en el contexto europeo o incluso estatal (España), está entre los más dinámicos de la frontera hispano-lusa. Así, preguntado sobre estos aspectos, algunos expertos insisten sobre el dinamismo económico e industrial en el entorno de las comarcas fronterizas del sur de Pontevedra (Baixo Miño), con continuidad del lado norte de Portugal, hasta el valle del Ave, complementados con una trama urbana y semiurbana no sólo más densa sino que además cuenta con la presencia de núcleos con capacidad de organización territorial y la proximidad de dos grandes capitales como Vigo y Porto. Esta situación, remarcan expertos de la Administración y de organismos europeos, pone en entredicho la tipificación como “área marginal” si la comparamos con la realidad territorial de las zonas fronterizas de Bragança, Zamora, Salamanca y gran parte de Extremadura.

No obstante, los desequilibrios gallego-portugueses de nuestro territorio de análisis son bastante evidentes, en detrimento del espacio portugués. Así, entre los espacios urbanos de Vigo y Porto aparece un amplio territorio, próximo a las riberas del Miño en su tramo final, que está débilmente estructurado. Los núcleos son muy pequeños y poco funcionales, y no poseen un nivel de centralidad suficiente para regir un área geográfica. Es más, se ha demostrado que la recientemente inaugurada autopista que conecta directamente a Vigo con Porto refuerza el papel rector de Braga (fuera del territorio Eurest Galicia-Norte de Portugal), en detrimento de Viana do Castelo (integrada en este territorio).

Mapa 2. Crecimiento vegetativo por municipios en 1996

Fuente: Instituto Galego de Estatística (IGE). Elaboración propia.

Las tendencias dibujadas por la concentración y la oferta de empleo van a estar fuertemente vinculadas a la extensión del área de influencia de Vigo, al menos para el caso gallego. Tal es así que sobre el 80% de las personas ocupadas en establecimientos industriales y terciarios del área de influencia de Vigo se concentran en la propia capital olívica, una cantidad incluso superior a la ya elevada del 68,8% de establecimientos industriales y terciarios radicados en Vigo. Esta situación convierte a Vigo en uno de los centros financieros más importantes del noroeste peninsular, pero en una posición inferior a la de Porto y A Coruña. La reciente subasta del Banco Simeón (Grupo Argentaria), una de las tres entidades de crédito con sede social en Vigo, entre a Caixa Xeral de Depósitos de Portugal y Caixa Galicia con sede en A Coruña, revela la escasa fortaleza del sector financiero local. Un experto nos recuerda a este respecto como ya fracasara con ocasión de la crisis del Banco de Vigo en los años veinte de este siglo.

Por lo que respecta al espacio portugués, se ha asistido a un proceso parejo de conformación de un eje de crecimiento espacial como resultado del surgimiento del área metropolitana de Porto, de base industrial y terciaria, a la que se añaden los centros urbanos de Guimaraes, Braga y Viana do Castelo. En todo el espacio situado entre el río Duero y la frontera nos encontramos con la primera región portuguesa por lo que se refiere al empleo en el sector secundario (sobre un 42% de la población activa), dato que traduce la importancia de las implantaciones fabriles en el área de Porto y el espectacular auge experimentado por el sector textil y de transformación de madera en todo el territorio. La Región Norte de Portugal también está caracterizada por la existencia de una agricultura intensiva de indudable vocación comercial, el progreso experimentado por la actividad turística y, en general, por la diversificación de su estructura económica, muy similar a la que encontramos en las Rías Baixas gallegas. Esta información aportada nos permite concluir que existe una gradación de densidades y crecimiento demográfico condicionado directamente por la proximidad a Porto y el alejamiento de la ribera miñota. El análisis minucioso de las profesiones de los municipios próximos a la ribera del Miño nos indica que los mayores empleos no agrarios son los correspondientes con los sectores de construcción y del comercio al detalle. Son trabajadores por cuenta propia o empleados de pequeñas empresas poco tecnificadas.

La organización del espacio señala muchas coincidencias entre Galicia y el norte portugués, siendo la principal el basculamiento de la riqueza económica y la población hacia las áreas litorales. Así, del análisis exhaustivo del cuestionario se desprende la óptica positiva de que tanto Galicia como la Región Norte de Portugal miran cada vez más hacia el Atlántico. Estamos ante una región articulada fundamentalmente a lo largo de la franja costera, pues hacia el interior sólo el pequeño sector organizado por Chaves y Verín ofrece expectativas de cierto dinamismo en medio de un amplio espacio de características regresivas.

Esta diferente capacidad urbana organizadora y de extensión de áreas de influencia es determinante para entender la presencia empresarial en ambos lados de la frontera. Unas relaciones empresariales que con anterioridad a la integración en la Unión Europea eran mucho más restringidas, siendo sólo posible para las empresas de mayor tamaño o multinacionales. Los representantes de organizaciones empresariales admiten que debido tanto a razones de mercado de trabajo más permeables como por la propia dinámica empresarial que obliga a aumentar la cuota de mercado de las distintas compañías, la presencia e instalación de empresas de ambos territorios en Galicia y Portugal es un hecho patente y totalmente admitido. No obstante, hay que diferenciar el comportamiento de los empresas más grandes de las de carácter familiar, que están más comprometidas con su entorno, por lo cual son más reacias a una nueva localización en busca de costes más reducidos y un nuevo mercado, así como también son menos proclives a la contratación de trabajadores de fuera de su municipio o comarca, dado que prefieren “ayudar” a personas más próximas. A pesar de que en la actualidad el balance comercial es más positivo para Galicia, los beneficios de la cooperación empresarial y de la implantación de empresas de ambos países en los dos territorios, con la contratación “aleatoria” de portugueses y gallegos, será altamente beneficioso para el desarrollo socioeconómico de esta Euro-región. En este ámbito, el papel jugado por Vigo es fundamental ya que, tal y como admiten miembros de las fundaciones y organizaciones de cooperación, esta  ciudad se está convirtiendo en el punto a través del cual otras empresas de España invierten en Portugal.

Mapa 3. Distribución de la población por municipios con más de 5.000 habitantes.

Fuente: Instituto Galego de Estatística (IGE). Elaboración propia.

Este nuevo nivel de integración y cooperación económica da lugar a que desde organismos de la Administración como el IGAPE se propicie que las empresas gallegas se instalen en Portugal, a través de la concesión de ayudas económicas (subvenciones a fondo perdido y créditos). Existe quizás un menor interés institucional en Portugal para que empresas de ese país se instalen en Galicia.

Por lo tanto, la cooperación gallego-portuguesa ha avanzado en gran medida en los últimos años como resultado de actuaciones estratégicas formuladas desde las administraciones públicas. Con respecto al mundo empresarial, la penetración de empresas gallegas en Portugal comienza a ser muy importante en los sectores de la construcción (ejemplo: Construcciones San José), el textil (ejemplo: Inditex) y la rama agroalimentaria (ejemplos: Coren y Pescanova); mientras que la entrada de entidades financieras (ejemplos: BPI y Banco do Espírito Santo), firmas comerciales y corporaciones industriales (ejemplo: Galp) lusas en Galicia no deja de progresar en los últimos años. A estos procesos, debemos añadir la compra masiva de madera gallega por parte de las celulosas y fábricas del mueble del norte de Portugal y la implantación de empresas con sede social en Vigo y Ourense en polígonos industriales del otro lado de la frontera (Vila Nova de Cerveira) donde la mano de obra es más barata y los impuestos de radicación más bajos.